¿Cómo afecta el estilo parental en la salud mental de los adolescentes?

Los años de la adolescencia son un período crucial en el desarrollo de un individuo. Es durante esta etapa que se forman las bases de la identidad, se establecen relaciones sociales significativas y se moldean las percepciones sobre uno mismo y el mundo que nos rodea. En este contexto, el papel de los padres y su estilo parental de crianza juega un papel fundamental en el bienestar psicológico de los adolescentes.

Un estudio realizado por Katthia Emily Huamán Chura de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón, exploró la relación entre el estilo parental y los indicadores de salud mental en adolescentes. Los resultados revelaron hallazgos significativos que subrayan la importancia de la crianza en la salud emocional de los jóvenes.

Estilo parental: ¿Cómo influye en la salud mental?

El estilo parental se refieren a los patrones de comportamiento y actitudes que los padres utilizan para criar a sus hijos. Según la teoría del desarrollo de la personalidad de Baumrind, existen cuatro estilos principales de crianza: autoritario, permisivo, autoritativo y negligente.

• Autoritario: Caracterizado por altas demandas y control, con poca o ninguna expresión de afecto. Los padres autoritarios establecen reglas estrictas y esperan obediencia sin cuestionamientos. Por ejemplo, un padre autoritario podría insistir en que su hijo complete todas las tareas del hogar sin permitirle expresar su opinión o discutir las reglas.
• Permisivo: Se caracteriza por ser indulgente y poco exigente, mostrando altos niveles de afecto, pero con poca estructura. Un padre permisivo podría permitir que su hijo decida su propio horario de estudio y actividades diarias, sin imponer límites claros o consecuencias por el mal comportamiento.
• Autoritativo: Combina altas demandas con un alto nivel de apoyo y afecto. Es un equilibrio entre el control y la flexibilidad. Estos padres establecen expectativas claras pero también fomentan la comunicación y la comprensión. Por ejemplo, un padre autoritativo puede establecer una hora fija para estudiar, pero también está dispuesto a discutir y ajustar las reglas si el hijo presenta razones válidas.
• Negligente: Se caracteriza por la falta de interés y participación en la vida de los hijos, con poca supervisión y apoyo. Un padre negligente podría estar ausente durante la mayoría del tiempo, sin preocuparse por las necesidades emocionales o educativas del hijo, lo que puede hacer que el adolescente se sienta abandonado y desatendido.

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Resultados del estudio

El estudio de Huamán Chura encontró que los adolescentes criados por padres autoritativos tienden a exhibir niveles más altos de bienestar emocional y adaptación psicológica. Estos padres establecen límites claros y expectativas, pero también fomentan la comunicación abierta y el apoyo emocional, lo que les permite a los adolescentes desarrollar habilidades de afrontamiento y autonomía.

Por otro lado, los adolescentes criados por padres autoritarios pueden experimentar niveles más altos de ansiedad, depresión y baja autoestima. La rigidez y la falta de comunicación afectiva pueden dificultar el desarrollo de una identidad sólida y saludable.

Los estilos permisivos, aunque caracterizados por altos niveles de afecto, pueden generar dificultades en la autorregulación y la responsabilidad, lo que a su vez puede contribuir a problemas de conducta y dificultades emocionales en los adolescentes.

Por último, los adolescentes criados en un entorno negligente pueden experimentar sentimientos de abandono, falta de dirección y apoyo emocional, lo que puede tener graves consecuencias para su salud mental a largo plazo.

Implicaciones prácticas

Los hallazgos de este estudio tienen importantes implicaciones para padres, educadores y profesionales de la salud mental. Es fundamental promover un estilo parental que fomente un ambiente de apoyo, comunicación abierta y límites claros. Los padres pueden beneficiarse de programas de capacitación que les enseñen estrategias efectivas de crianza, enfocadas en el desarrollo de la autonomía y la resiliencia en sus hijos.

Además, es crucial para los adolescentes tener acceso a recursos de apoyo, como orientación escolar y servicios de salud mental, que les ofrezca el apoyo necesario para enfrentar los desafíos emocionales y psicológicos asociados con la adolescencia.

Conclusión

En conclusión, el estudio de Huamán Chura destaca la importancia del estilo parental en la salud mental de los adolescentes. Al fomentar un entorno familiar que promueva el crecimiento emocional y la autoestima, podemos ayudar a nuestros jóvenes a desarrollar todo su potencial y afrontar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia.

Bibliografía:

Chura, K. E. H. (2016). Estilos parentales e indicadores de salud mental adolescente. Temática psicológica, (12), 35-46.

Ruvalcaba-Romero, N. A., Gallegos-Guajardo, J., Caballo, V. E., & Villegas-Guinea, D. (2016). Prácticas parentales e indicadores de salud mental en adolescentes. Psicología desde el Caribe, 33(3), 223-236.