Ludopatía o adicción al juego: ¿Cómo podemos ayudar?
Los adolescentes desarrollan adicción al juego o síntomas de ludopatía cada vez más temprano, entre los 10 y los 13 años. Las apuestas deportivas son las más comunes y atractivas para ellos, y esto se magnifica ya que tienen menor percepción de las conductas de riesgo. Uno de los principales motivos por los que apuestan es que muchos ídolos del fútbol participan en anuncios de apuestas animando a ganar dinero con ello.
Los jóvenes suelen empezar a jugar con amigos, lo que hace que se normalicen aun más estas conductas. Además, los anuncios publicitarios son muy persuasivos, utilizan la normalización del juego, las ganancias económicas, los “bonos regalo” para principiantes, una forma diferente de ocio, etc. Pero no olvidemos que el fin del juego es crear adicción y no socializar. Es imprescindible tratar los problemas que hay detrás de la adición al juego.
¿Cómo se genera la dependencia al juego?
El ser humano necesita alcanzar un nivel de satisfacción general en su vida. Habitualmente esto se consigue empleando tiempo en diferentes ámbitos como la familia, el trabajo, los amigos, el deporte, la comida, etc. Es inevitable que surjan problemas en alguna de estas facetas. Pero, cuanto más grande es el abanico de aficiones, más recursos tendremos para afrontar las dificultades que se presenten.
Tener un pequeño abanico de aficiones desencadena bajo estado de ánimo. Esto a su vez aumenta la vulnerabilidad psicológica ante las adicciones. Se convierte en un bucle donde se desarrolla la dependencia al juego, provocando aun más aislamiento, problemas familiares, profesionales, etc. La persona se aleja poco a poco de los recursos que podrían servir de ayuda para combatir el problema.
¿Qué hay detrás de la adicción al juego?
Se cree que la adicción al juego es el problema principal de la persona que lo padece, pero la función que cumple el juego es precisamente “calmar” problemas previos, patologías o dificultades que la persona tiene en su vida. Algunos de los problemas que ocasiona la adicción al juego son los siguientes:
- Ansiedad, depresión y baja autoestima: Estos factores sirven de desencadenantes para que la persona se refugie apostando. Ganar produce una sensación muy agradable, ya que activa el centro de recompensa del cerebro, por lo tanto, disminuye momentáneamente la ansiedad. Pero el cerebro se acostumbra rápidamente, necesitando cada vez más cantidad.
- Problemas familiares, bajo rendimiento escolar y dificultades en la relación con los amigos: Si profundizamos en los conflictos internos, podemos encontrar estas problemáticas en las personas adictas al juego. En este caso, el juego sirve como una “vía de escape”. El juego ayuda a evitar las emociones desagradables que son causadas por situaciones que no saben cómo manejar.
Señales que debo tener en cuenta para saber si tengo un problema con el juego
A continuación te mostramos algunas conductas que son indicadores de tener un problema de adicción al juego.
- Pienso continuamente en jugar (buscando constantemente a donde ir o donde apostar).
- Sigo jugando a pesar de tener deudas o apuesto el dinero que no tengo.
- Pido préstamos para poder seguir jugando y recuperar el dinero perdido.
- He robado o he sentido ganas de hacerlo para tener dinero y seguir jugando.
- Miento u oculto a mi círculo el dinero que me gasto jugando.
- Pienso que el juego es la única salida para pagar mis deudas.
- Jugar me alivia y me evade de mis problemas.
Familiares, amigos y pareja como parte de la solución
Cuando hay una adicción, las personas que lo rodean están muy involucradas. En el caso del juego patológico las deudas económicas se hacen cada vez más grandes y la familia cuenta con un papel fundamental. La persona con adicción tiene mucha dependencia a seguir apostando, pierden el control sobre sus conductas ya que intenta recuperar el dinero perdido apostando más.
¿Cómo podemos ayudar?
- Aceptar el problema: Es muy común que la persona adicta y los familiares nieguen el problema. Esto ocurre por la incapacidad de enfrentarse a este tipo de dificultades ya que no tenemos suficiente información y tampoco sabemos la envergadura de esto.
- No justificar o minimizar conductas: Lo que provoca es que nos cueste cada vez más aceptar la situación y, por lo tanto, demorarnos en buscar soluciones. El miedo en este caso nos está paralizando.
- Poner límites: Ver que la persona que tiene la adicción no tiene el control sobre sus conductas hace que nos responsabilicemos del problema, pensando que somos nosotros los que podemos solucionarlo. Es importante entender que cuanto más responsables queramos ser para ayudarlos, menos responsables van a ser ellos. Establecer límites nos servirá de ayuda para protegernos y proteger al enfermo.
- No esconder la problemática al resto de la familia: Hay una tendencia, sobre todo por parte de los cuidadores vulnerables psicológicamente, a esconder las conductas de juego a otros familiares. Suelen hacerlo con el fin de no “enfrentarlos”. Esto tampoco ayuda a aceptar el problema y buscar soluciones.
Primeros pasos para superar la adicción
Como se ha comentado anteriormente, el juego patológico en si no es el principal problema. Además de extinguir las conductas de juego es imprescindible tratar los problemas que hay detrás de la adición. No debemos olvidar que hay conflictos internos en la persona que tenemos que trabajar.
La mayoría de los casos acaban acudiendo a terapia no por su propio pie sino forzados por la familia. Es necesario también que tengamos en cuenta que el proceso terapéutico no termina cuando las conductas de juego cesan. Podríamos acabar con la dependencia al juego, pero los conflictos que hay detrás aflorarían de otra manera.
Pautas que ayudan a la recuperación
- Control sobre el dinero: Cortar las deudas y planificar para ir pagándolo.
- Evitar la relación con amigos jugadores y eludir los circuitos de riesgo (salón de juego, internet).
- Autoprohibición de la entrada a salones de juego: Al principio es complicado hacerlo por nuestro propio pie. Una alternativa es registrarse en una comisaría para que los salones de juego no te dejen entrar. Esto es voluntario y a corto plazo puede ayudar. En este enlace encontrarás más información.
- Exponernos a lugares de juego: La recuperación total respecto a las conductas de juego se produce cuando la persona se expone de forma regular y progresiva a locales de juego siendo capaz de resistirse a ello sin emplear conductas de escape. Es conveniente que al principio una persona de confianza lo acompañe a estos lugares para dar seguridad.
- Solucionar problemas de fondo: Con el fin de obtener gratificación más allá de las conductas adictivas y saber manejar los conflictos del día a día.
En Self psicólogos podemos ayudarte, no es fácil dar el paso, pero no olvides que quedarte parado puede agravar el problema. Estos artículos sobre ansiedad, autoexigencia y perfeccionismo te ayudarán a profundizar y gestionar mejor los problemas que pueden desencadenar la adicción al juego.
Autora: Sara Ávila
Psicóloga General Sanitaria en Self Psicólogos Majadahonda
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1 Comentario
¿Cómo ayudar a un cleptómano? - Psicólogos en Majadahonda
22/03/2023 at 15:27[…] Quizás pueda interesarte nuestro artículo sobre adicción al juego o ludopatía […]