La importancia de mantener relaciones familiares positivas para los niños después del divorcio.
La relación entre ex parejas después del divorcio a menudo se vuelve tensa y conflictiva. En algunos casos, los problemas pueden ir más allá de la relación de pareja y afectar la relación con la familia del otro. Esto puede ser especialmente perjudicial para los niños que son forzados a estar en medio de la batalla, lo que puede generar un impacto negativo en su desarrollo emocional y psicológico. En este artículo, exploraremos cómo la malintención hacia los familiares por parte de los ex cónyuges puede afectar a los hijos y qué se puede hacer para evitarlo.
¿Por qué pasa esto?
Cuando una pareja se separa, es común que existan rencores y resentimientos hacia la familia del otro cónyuge. Sin embargo, involucrar a los hijos en estos problemas y hacerles sentir que deben tomar partido es una práctica extremadamente dañina. A menudo, los padres utilizan a los hijos como una herramienta para obtener información o para herir a su ex pareja y su familia. Los niños pueden ser víctimas colaterales de esta situación, y esto puede tener un efecto terrible en su bienestar emocional.
¿Cómo podemos saber si estamos haciendo esto?
Es importante reconocer que involucrar a los hijos en estos conflictos solo les hará daño. Los padres deben tomar en cuenta que hablar mal de la familia del otro o impedir que los hijos interactúen con ellos puede hacer que los niños se sientan confundidos y angustiados. Para saber si estamos cayendo en este comportamiento, podemos preguntarnos:
- ¿Estamos involucrando a nuestros hijos en nuestras disputas?
- ¿Estamos tratando de separarlos de su otra familia?
- ¿Estamos hablando mal de su otro abuelo/a o tío/a delante de ellos?
- ¿Estamos utilizando a los niños como mensajeros o intermediarios en nuestras comunicaciones con el otro cónyuge o su familia?
- ¿Estamos manipulando las visitas o el tiempo que los niños pasan con su otra familia?
- ¿Estamos desalentando o impidiendo activamente que los niños mantengan una relación positiva con su otra familia?
- ¿Estamos desacreditando o denigrando constantemente a la otra familia frente a los niños?
- ¿Estamos exponiendo a los niños a discusiones o peleas verbales con la otra familia?
- ¿Estamos ignorando las necesidades y deseos de los niños en relación con su relación con su otra familia?
- ¿Estamos utilizando a los niños como una forma de obtener información o ejercer control sobre la otra familia?
- ¿Estamos poniendo a los niños en situaciones incómodas o conflictivas entre nosotros y la otra familia?
- ¿Estamos ignorando las señales de malestar emocional o psicológico que los niños puedan mostrar debido a esta situación?
- ¿Estamos dispuestos a trabajar en mejorar la relación con la otra familia por el bienestar de los ni
Estas preguntas pueden ayudarnos a reflexionar y evaluar si estamos instrumentalizando a los niños en medio de los conflictos familiares después del divorcio. Es fundamental estar conscientes de nuestras acciones y buscar formas de promover un ambiente saludable y positivo para el desarrollo emocional de los niños.
Técnicas que ayudan a promover relaciones saludables después del divorcio:
En lugar de involucrar a los niños en los conflictos, debemos tratar de enfocarnos en su bienestar y en hacer que se sientan seguros y amados. Es importante mantener una buena comunicación con el ex cónyuge y su familia, especialmente si los niños mantienen una buena relación con ellos. Si sentimos que estamos teniendo problemas con la familia del otro, es mejor tratar de resolverlos en privado y sin involucrar a los hijos. También es importante recordar que los niños necesitan tener una relación saludable con todas las personas que forman parte de su vida, incluso si no siempre estamos de acuerdo con ellas. Aquí te damos algunas claves que pueden ayudarte:
Técnicas que ayudan a promover relaciones saludables después del divorcio:
Comunicación efectiva
Mantén una comunicación abierta, respetuosa y enfocada en el bienestar de los niños. Evita los ataques personales o las discusiones en presencia de los niños. Por ejemplo, en lugar de discutir sobre la crianza de los hijos frente a ellos, acuerdas con tu ex cónyuge tener conversaciones privadas para tomar decisiones importantes relacionadas con los niños.
Establece límites claros
Acuerda límites y reglas con el ex cónyuge sobre la interacción con la familia extendida. Asegúrate de que los niños tengan acceso equitativo y seguro a ambos lados de la familia. Por ejemplo: puedes acordar con tu ex cónyuge que las visitas de la familia extendida se realicen en lugares neutrales y que ambos tengan acceso igualitario a los eventos familiares importantes.
Promueve el respeto mutuo
Fomenta el respeto y la valoración de la familia del otro cónyuge. Evita hablar mal de ellos frente a los niños y reconoce las cualidades positivas de sus miembros. Por ejemplo, .si tu ex suegra es creativa buena con las artesanías, y enseña a tu hijo a hacer manualidades, puedes decirle que suerte que tiene de que su abuela le enseñe a hacer cosas tan «chulas».
Evita utilizar a los niños como mensajeros
Comunícate directamente con el ex cónyuge o la familia extendida sin involucrar a los niños como intermediarios. Esto evita ponerlos en situaciones incómodas o conflictivas. Por ejemplo, si hay un cambio en el horario de visita acordado para el fin de semana. En lugar de decirle al hijo/a que le transmita la información al otro padre, la madre o el padre pueden hallarlo directamente por teléfono o por correo electrónico. De esta manera, se evita poner al niño en una posición incómoda o conflictiva y convertirlo en un intermediario.
Prioriza el bienestar de los niños
Pon las necesidades de los niños por encima de cualquier conflicto personal. Fomenta su relación con ambas familias y permite que mantengan contacto regular y positivo. Por ejemplo, permites que tus hijos pasen tiempo de calidad con ambos lados de la familia, incluso si eso implica coordinar horarios y actividades para facilitar su relación con sus abuelos y tíos.
Busca ayuda profesional
Si la relación con la familia extendida sigue siendo tensa o conflictiva, considera buscar la ayuda de un terapeuta familiar o mediador especializado en casos de divorcio. Ellos pueden proporcionar orientación y estrategias para mejorar la situación. Por ejemplo, Si la relación con la familia extendida se vuelve difícil, busca la ayuda de un terapeuta familiar o mediador para facilitar la comunicación y resolver conflictos de manera constructiva.
Practica el autocuidado
El divorcio y los conflictos familiares pueden ser emocionalmente agotadores. Asegúrate de cuidar tu propio bienestar emocional y buscar apoyo adecuado para manejar el estrés y las dificultades que puedan surgir. Por ejemplo, busca apoyo emocional de amigos cercanos o participas en actividades que te brinden bienestar, como practicar ejercicio regularmente o asistir a grupos de apoyo para personas que han pasado por un divorcio.
Recuerda que cada situación es única y puede requerir enfoques específicos. Lo más importante es mantener el enfoque en el bienestar de los niños y trabajar hacia relaciones familiares saludables y positivas después del divorcio.
Autora: Inmaculada García Navarro
Psicóloga General Sanitaria en Self Psicólogos Majadahonda
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Bibliografía
Palabras clave: Relación entre ex parejas, Divorcio, Tensión y conflicto, Familia del otro cónyuge, Impacto en los hijos, Desarrollo emocional y psicológico, Malintención, Instrumentalización de los niños, Bienestar emocional, Rencores y resentimientos, Hablar mal de la familia del otro, Interacción con la familia extendida, Límites y reglas, Respeto mutuo, Comunicación efectiva, Evitar utilizar a los niños como mensajeros, Priorizar el bienestar de los niños, Ayuda profesional (terapia familiar, mediación), Autocuidado, Relaciones familiares saludables y positivas.
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