Cómo mantener relaciones saludables en el mundo digital

Nos encontramos en la era digital, en la que la gran mayoría de las cosas que realizamos, las hacemos a través de dispositivos electrónicos. Trabajar, comprar, consumir contenido y hasta relacionarnos. Cada vez es más frecuente conocer y relacionarnos con la gente a través de los medios digitales. Es por ello de gran importancia saber cómo mantener relaciones saludables en el mundo digital.

La tecnología ha cambiado la manera en la que teníamos de comunicarnos y relacionarnos. Hoy en día se ha ampliado el abanico de posibilidades de encontrar a otras personas. Basta con describirte, subir unas fotos, seleccionar unos filtros y ya estás en el mundo digital abierto a descubrir a otras personas. Por otro lado, las redes sociales también han abierto las posibilidades de conocer personas afines a ti. Hay multitud de posibilidades de entablar relación a través de las nuevas tecnologías. Ya sea una relación amoroso/afectiva o cualquier otro tipo de relación, nos comunicamos a través de la tecnología con aplicaciones de mensajería o redes sociales.

¿Cómo pueden afectar la era digital en las relaciones?

Como hemos comentado, la era digital ha facilitado las citas on line, pero también trae consigo otras características que podrían repercutir en nuestras relaciones. Los vínculos emocionales pueden verse afectados por el uso de dispositivos electrónicos, en el sentido de que la comunicación puede ser más distante y, por lo tanto, la conexión con la otra persona también puede debilitarse, generando la sensación de una barrera en lugar de un canal de unión.

Por otro lado, también pueden aparecer conflictos como malentendidos que surjan con los mensajes o en las redes sociales, y en estas ocasiones el no saber el tono de voz, las expresiones faciales de la otra persona dificultan el poder resolverlos. Esto puede afectar a nuestras relaciones, sean del tipo que sean, tanto de tipo amorosas como de amistad.

Recomendaciones para el uso de las nuevas tecnologías

Lo primero para poder mantener relaciones saludables en el mundo digital es saber relacionarnos nosotros mismos de una manera saludable con la tecnología. Por ello, conviene hacernos determinadas preguntas sobre cómo vemos y usamos la tecnología.

• ¿Cuánto tiempo usamos dispositivos electrónicos al día/semana? Actualmente los dispositivos pueden medir el tiempo que los usas, para poder ser conscientes de cuánto tiempo pasamos con ellos, pruébalo y mira si coincide lo que pensabas que lo utilizabas y lo que realmente utilizas.
• ¿Para qué usas la tecnología? Reflexiona sobre el uso que le das a la tecnología. Por ejemplo, si es para trabajar, relacionarnos, comunicarnos, hacer la compra, para divertirnos, etc.
• ¿Qué consumes a través de la tecnología? Esta pregunta puede parecer igual a la anterior, pero con el matiz de ver qué es lo que realmente consumimos. Tener todo al alcance de la mano hace que no hagamos un filtro de lo que consumimos, ya sean noticias, películas o series. Revisa lo que consumes a través de las redes sociales, aplicaciones de contenido audiovisual, noticias… ya que no todo vale y de vez en cuando está bien que revisemos lo que consumimos y hagamos una limpieza.

Como mantener relaciones saludables en el mundo digital

La base es hacer un buen uso de la tecnología, ser conscientes de cómo usamos los dispositivos electrónicos y qué consumimos a través de ella.

1. Trabaja en una buena comunicación. Parece irónico que este sea uno de los pilares fundamentales a la hora de mantener relaciones saludables en el mundo digital. Pero podemos tener “toda la comunicación del mundo” pero en realidad no estar comunicándonos. Mantener una comunicación asertiva es clave.
2. Establece límites. La tecnología ha invadido nuestra intimidad y la del otro, sabiendo qué es lo que está haciendo la otra persona en cada momento, dónde está, si ha recibido y leído nuestros mensajes, etc. Esto puede ser de ayuda en determinados casos, pero por otro lado supone una gran invasión de nuestra intimidad, por lo que es necesario establecer ciertos límites. Por ejemplo, podemos desactivar nuestra última hora de conexión, o la verificación de si se ha leído un mensaje o comunicar a la otra persona que no por el hecho de haber revisado un mensaje se tiene que contestar en ese momento.
3. Crea tiempo de calidad. Con la disponibilidad inmediata solemos tender a contestar mensajes de una manera rápida y sin apenas prestar atención (en mitad del trabajo o de clase o mientras estamos con alguien). Una manera de cuidar nuestras relaciones es dedicar tiempo de calidad, es decir, dedicar nuestra atención plena a las conversaciones en vez de contestarlas de una manera rápida. Sobre todo, porque se marca la diferencia cuando se presta esa atención tanto para la otra persona como para ti, ya que te darás cuenta de detalles que antes se te pasaban por alto.
4.  Propón momentos sin tecnología. Es importante crear momentos sin tecnología en nuestras relaciones, de esta manera fomentaremos otros tipos de conexiones. Por ejemplo, si estamos con nuestra pareja, establecer que en determinados momentos, dejaréis los móviles en otra habitación o los silenciaréis para estar entre los dos, pudiendo hablar, compartir, creando una intimidad. O por ejemplo, una comida o cena con amigos, en la que no se puedan sacar los móviles durante la cena para poder hablar, reíros, etc.

Conclusiones

La era digital trae consigo multitud de beneficios como estar al día de las noticias que ocurren en el mundo, contactar con amigos, familiares estén donde estén, trabajar, estudiar, etc. Pero toda esta disponibilidad puede volverse en nuestra contra y en contra de nuestras relaciones. Por ello es necesario ser conscientes de cómo nos relacionamos nosotros mismos en el mundo digital para poder también mantener relaciones saludables.

Autora: Carmen Díez

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Bibliografía

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Núñez-Gómez, P., García-Guardia, M. L., & Hermida-Ayala, L. A. (2012). Tendencias de las relaciones sociales e interpersonales de los nativos digitales y jóvenes en la web 2.0. Revista latina de comunicación social, (67), 1-28.