Como afecta la pornografía a los adolescentes
Hoy en día podemos obtener muchas cosas con un solo clic, podemos comprar, acceder a las noticias de todo el mundo en un instante, comunicarnos, y hasta consumir pornografía. Los adolescentes cada día tienen acceso a internet antes, y exploran la sexualidad a través del visionado de videos pornográficos. En este artículo veremos cómo afecta la pornografía a los adolescentes y las consecuencias que ello conlleva.
Nos encontramos en un mundo cada vez más digitalizado y las nuevas generaciones, los llamados “nativos digitales”, aquellos que han nacido y crecido en la era digital, conocen el mundo a través de los dispositivos electrónicos. Esto tiene muchas consecuencias a diferentes niveles en estas nuevas generaciones, pero nos centraremos en las consecuencias del consumo de pornografía en adolescentes.
Hoy en día, los jóvenes tienen su primer móvil con 10-15 años y su principal uso es para relacionarse a través de las redes sociales. Los datos informan que acceden a la pornografía alrededor de los 12 años, especialmente los chicos, que lo hacen antes que las chicas.
La adolescencia es un periodo de muchos cambios en todos los niveles, ya que es cuando se va creando la propia identidad; se relacionan con su grupo de iguales y van descubriendo y experimentando en distintos niveles. También es cuando se comienzan a tener las primeras relaciones afectivos/sexuales. Por lo que los adolescentes comienzan a descubrir, explorar y experimentar su sexualidad en el plano virtual y en el plano real.
¿Qué es la pornografía?
La pornografía es un vídeo de diferente duración donde aparecen múltiples prácticas eróticas de manera explícita con el fin de excitar al espectador.
La industria de la pornografía desafortunadamente legitima violencias machistas hacia la mujer, en donde se pretende erotizar prácticas violentas y muy alejadas de la realidad sexual entre personas. Y esto, desgraciadamente es lo que usan los adolescentes como “escuela sexual” para descubrir y aprenden a relacionarse con la sexualidad, cuando se trata de una película de “ficción” enfocada a un sector determinado, los adultos.
El problema en la actualidad es que los adolescentes lo consumen teniendo la idea que así son las relaciones sexuales en la realidad. El acceso a la pornografía a través de cualquier dispositivo electrónico, en cualquier momento con solo un clic es realmente preocupante y especialmente para estas etapas vitales.
Consecuencias del consumo de pornografía en adolescentes
En la industria pornográfica, se encuentran diversas prácticas eróticas, muchas de las cuales perpetúan la violencia hacia las mujeres. Esta realidad distorsionada afecta profundamente a los adolescentes, generando inseguridades y frustraciones en su vida sexual y emocional.
Distorsión de la realidad
Los adolescentes tienden a imitar las prácticas pornográficas en sus relaciones íntimas, creyendo erróneamente que estas son normales o reales. Esto incluye roles de dominancia por parte del hombre y sumisión por parte de la mujer, así como violencia explícita en los encuentros sexuales. Estas imitaciones pueden llevar a realizar actividades no deseadas o incómodas en la vida real.
Inseguridades y autoestima
El consumo de pornografía puede afectar la autoestima de los adolescentes al presentar cuerpos con características específicas. Esto puede hacer que las personas se sientan inseguras acerca de su propio cuerpo, creyendo que no pueden excitar a sus parejas si no cumplen con esos estándares corporales.
Confusión y falta de conciencia
Los adolescentes, especialmente aquellos que aún no han madurado completamente, pueden sentirse confundidos acerca de cómo interpretar las representaciones pornográficas. Esta confusión puede llevar a prácticas inseguras, como el sexo sin protección, basándose en la creencia errónea de que es normal o deseable.
Deshumanización y falta de empatía
La pornografía a menudo representa a las personas como objetos en lugar de sujetos con emociones y derechos. Esta deshumanización puede generar problemas en las relaciones interpersonales, ya que no se considera el consentimiento, las emociones o los límites de la otra persona.
Enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Además de las cuestiones emocionales, el consumo de pornografía también puede contribuir a prácticas sexuales riesgosas, como las relaciones sin protección, aumentando el riesgo de enfermedades de transmisión sexual.
En general, es crucial comprender que la pornografía no refleja la realidad de las relaciones íntimas y que las representaciones en estos videos no deben considerarse como estándares para las experiencias sexuales reales. Fomentar la educación sexual basada en el respeto mutuo, el consentimiento y la comunicación abierta es esencial para ayudar a los adolescentes a desarrollar relaciones saludables y seguras en el futuro.
¿Cómo podemos ayudar como adultos?
Concienciar a los adolescentes sobre los peligros de la pornografía es crucial para ayudarles a desarrollar una comprensión saludable de la sexualidad y a tomar decisiones informadas. Aquí tienes algunas formas efectivas de abordar este tema:
Comunicación abierta y sincera
Establece un canal de comunicación abierto con los adolescentes. Anímales a hacer preguntas y expresar sus inquietudes, escucha sin juzgar y ofrece respuestas honestas y apropiadas para su edad. Por ejemplo:
«Miguel, entiendo que ahora estás pasando por una etapa en la que estás experimentando muchos cambios y esas empezando a sentir deseos hacia otras personas y también necesidades con tu propio cuerpo. Puedes preguntarnos cualquier duda que tengas ya que hemos pasado por la misma etapa que tú y entendemos que puede llegar a ser confuso y abrumador en algún momento, por los que puedes contar con nosotros que no te vamos a juzgar.»
Educación sexual
Proporciona información precisa y apropiada para la edad sobre la sexualidad y las relaciones. Esto les ayudará a comprender mejor el contexto de la pornografía y a diferenciar entre la ficción y la realidad. Por ejemplo:
«Entendemos la cantidad de cambios que estáis viviendo a nivel físico, emocional y social, y lo abrumador que puede llegar a ser. Por eso queremos que hablemos sobre ello, sobre las relaciones afectivas, cómo os encontráis emocionalmente, los cambios físicos, etc. Queremos ayudaros.»
Fomenta la autoestima y la autoimagen positiva
Ayuda a los adolescentes a desarrollar una autoimagen positiva y una sana autoestima para que no busquen validación o comparación a través de la pornografía. Por ejemplo:
«Paula, entendemos que hoy en día a través del mundo virtual, las redes sociales y los vídeos pornográficos se fomentan un tipo de cuerpos con unas características determinadas, pero todos los cuerpos están bien y nos merecemos que nos quieran y son valoren por lo que somos.»
Enseña el consentimiento y el respeto
Haz hincapié en la importancia del consentimiento y el respeto en las relaciones sexuales. Explica que la pornografía a menudo no refleja estas dinámicas de manera realista. Por ejemplo:
«Jorge, ahora que estás empezando a salir con tus amigos y conocer gente nueva, sabemos que tendrás relaciones afectivo/sexuales con otras personas y por ello queremos recalcar la importancia de que en estas relaciones se basen en el respecto. Teniendo en cuenta a la otra persona y que siempre la otra persona, al igual que tú (porque esto es cosa de dos) deis el consentimiento de lo que queréis hacer. Y si en algún momento alguno de los dos no os sentís cómodos con lo que estáis haciendo, que podéis y debéis parar.»
Control parental y filtros de contenido
Utiliza herramientas de control parental y filtros de contenido para limitar el acceso a sitios web pornográficos en dispositivos de los adolescentes. Asegúrate de que comprendan las razones detrás de estas restricciones. Por ejemplo:
«Raúl, entendemos que la etapa vital por la que estas pasando hace que nazca una curiosidad por experimentar con tu propio cuerpo y explorar ese deseo sexual. Pero creemos que todavía es pronto para que visites este tipo de páginas web ya que te mostrarán situaciones muy alejadas de la realidad pudiendo crearte unas faltas expectativas y frustración.»
Busca ayuda profesional cuando sea necesario
Si notas que un adolescente está luchando con una adicción a la pornografía o experimenta problemas emocionales, busca la ayuda de un profesional de la salud mental.
Recuerda que la clave para concienciar a los adolescentes sobre los peligros de la pornografía es establecer un ambiente de apoyo y comprensión en el que puedan hacer preguntas y aprender sobre la sexualidad de manera saludable y segura.
En conclusión
La sexualidad es un área importante para las personas, y es necesario poder descubrir la sexualidad de una manera sana y realista.
Que el sexo sea un tema tabú contribuye a que los adolescentes recurran a internet para descubrir, curiosear y resolver dudas que puedan tener, ya que es normal que quieran explorar esta área. Pero en internet hay tanta información que es fácil confundirse y aún más si se es adolescente.
Para poder acceder al cine erótico se debe saber antes qué es real y qué no y no olvidar de que se trata de actores y que muchas de las prácticas no se deben imitar.
Es por ello de gran importancia que haya una educación sexual para los jóvenes, en donde poco a poco vayan descubriendo y aprendiendo la sexualidad. Que conozcan su propio cuerpo, que se normalice que quieran experimentar, pero de una manera segura. Deben tener la oportunidad de aprender que tiene que haber una comunicación con la pareja sexual para asegurarse de que se quieren mantener relaciones y también para expresar cómo nos sentimos a la hora de llevarlas a cabo.
Autora: Carmen Díez
Psicóloga General Sanitaria en Self Psicólogos Majadahonda
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Bibliografía
Alonso-Ruido, P., Sande-Muñiz, M., & Regueiro, B. (2022). ¿Pornografía al alcance de un clic? Una revisión de la literatura reciente sobre adolescentes españoles. Revista de Estudios e Investigación en Psicología y Educación, 9(1), 1-18.
Ballester, L., Orte, C., & Pozo, R. (2019). Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales de adolescentes y jóvenes. Vulnerabilidad y resistencia. Experiencias investigadoras en comercio sexual y prostitución, 249-284.
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