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¿Por qué tus propósitos de año nuevo siempre fracasan?

¿Por qué tus propósitos de año nuevo siempre fracasan?

Cada año, millones de personas alrededor del mundo hacen promesas a sí mismas: «Este es el año en que me pondré en forma», «Voy a ahorrar dinero», o «Leeré más libros». Sin embargo, más del 80% de estas resoluciones caen en el olvido antes de que llegue febrero. ¿Te has preguntado por qué? La verdad es que hay razones psicológicas detrás de este fenómeno.

Causas psicológicas del fracaso

1. La falta de especificidad

Uno de los principales culpables es la vaguedad. Promesas como «quiero ser más saludable» no ofrecen un camino claro. Un estudio de la Universidad de Scranton encontró que las personas que establecen metas específicas tienen más probabilidades de alcanzarlas. Así que, en lugar de decirte que quieres «perder peso», intenta formularlo de manera más concreta: «Voy a perder 5 kilos en tres meses».

2. La sobrecarga de metas

A veces, la ambición se convierte en un obstáculo. Al querer hacer demasiado a la vez, corremos el riesgo de agobiarnos. La procrastinación también juega un papel importante aquí; el deseo de lograr todo puede llevar a la parálisis por análisis. Piensa en esos días en los que intentas hacer una dieta, empezar a correr y aprender un nuevo idioma todo al mismo tiempo. Es fácil perderse en el caos y terminar sin hacer nada.

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3. La falta de motivación

La motivación puede ser un fuego que arde intensamente al inicio del año, pero que se apaga rápidamente. La psicóloga Carol Dweck nos habla sobre la mentalidad de crecimiento: si no crees que puedes lograr tus metas, es más probable que te rindas. La clave es encontrar un propósito significativo detrás de tus propósitos; ¿por qué quieres perder peso? ¿Para sentirte más enérgico? ¿Para mejorar tu salud a largo plazo?

La importancia de la planificación

Una planificación detallada y realista puede ser tu mejor aliada. Aquí es donde entra el concepto de SMART:

  • Específico: Establece una meta clara.
  • Medible: Define cómo medirás tu progreso.
  • Alcanzable: Asegúrate de que tu meta sea realista.
  • Relevante: La meta debe tener importancia para ti.
  • Temporal: Fija un plazo.

Por ejemplo, en lugar de «quiero ahorrar dinero», podrías decir «ahorraré €100 al mes durante los próximos seis meses para un viaje». Este tipo de planificación aumenta tus posibilidades de éxito.

El papel de la motivación

Para mantener la motivación a largo plazo, considera estos factores:

  • Encuentra un compañero de metas: Compartir tus objetivos con alguien que te apoye puede hacer que te sientas más responsable. Recuerda, ¡los equipos ganan partidos!
  • Celebra los pequeños logros: Cada paso cuenta. Si lograste ir al gimnasio tres veces en la semana, date una recompensa, como disfrutar de tu comida favorita (con moderación, claro).

El impacto de los hábitos

Los hábitos son la clave para lograr cambios duraderos. Según el investigador Charles Duhigg, los hábitos se forman en tres pasos: la señal, la rutina y la recompensa. Para establecer un nuevo hábito, identifica una señal (como levantarte por la mañana), realiza la rutina (hacer ejercicio) y luego recompénsate (tomarte un café delicioso). Así, el hábito se vuelve más natural con el tiempo.

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El papel del entorno

No subestimes el impacto de tu entorno. Si estás rodeado de personas que fomentan hábitos saludables, como amigos que también hacen ejercicio, es más probable que sigas su ejemplo. Por otro lado, si tus compañeros de trabajo siempre traen pasteles, ¡puede que sea más difícil resistir la tentación!

Conclusión motivadora

Establecer buenos propósitos de Año Nuevo no tiene que ser un ejercicio fallido. Con un poco de planificación, claridad y motivación, puedes hacer que tus metas sean una realidad. Recuerda, no se trata de ser perfecto, sino de progresar. Si este año te encuentras tropezando, practica la autocompasión. Cada paso, por pequeño que sea, cuenta en tu camino hacia el cambio.

Así que, antes de que lleguen las campanadas de Año Nuevo, tómate un momento para pensar en tus propósitos. Sé específico, planea con realismo y recuerda que el camino hacia el cambio es un viaje, no un destino.

Escrito por Self psicólogos en Majadahonda

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