Claves para regular tus emociones
El mundo emocional es complejo y fascinante. Nuestras emociones son una parte intrínseca de nuestra experiencia humana y, aunque pueden ser desafiantes en ocasiones, siguen ciertas reglas básicas de funcionamiento. Si dejamos que fluyan naturalmente, nuestras emociones tienden a equilibrarse por sí solas gracias a los sistemas de regulación incorporados en nuestro sistema nervioso. Sin embargo, a menudo intervenimos en este proceso de regulación emocional, tratando de cambiar las reglas con las que nuestras emociones operan. En lugar de intentar modificar nuestras emociones, aprender a modularlas implica dejar de hacer lo que puede perjudicarnos en este ámbito.
¿Por qué a veces hacemos cosas que son contraproducentes para nuestras emociones?
Como seres humanos, a veces complicamos lo que podría ser simple sin siquiera ser conscientes de ello. Repetimos patrones de comportamiento y respuestas emocionales que hemos aprendido a lo largo del tiempo, incluso si no nos están funcionando bien. Otras veces, ciertos comportamientos pueden parecer efectivos al principio, pero a largo plazo terminan generando complicaciones. Por lo tanto, es fundamental comprender cómo podemos trastocar nuestra relación con las emociones y saber dónde debemos enfocarnos para abordar estos desafíos.
Un enfoque común pero poco efectivo que solemos adoptar es desconectarnos de lo que sentimos. La idea es similar a aplicar una anestesia emocional para eliminar el dolor. Si bien desconectar de las emociones puede ser útil en ciertos momentos, convertirlo en un hábito no es beneficioso. Sería como mantener la anestesia después de haber pasado por el quirófano, sin tomar en cuenta las señales que nuestro cuerpo nos envía. No notar lo que sentimos nos priva de referencias sobre nuestro mundo interno y las interacciones con los demás. Para que las estrategias de regulación emocional sean efectivas, es crucial ser conscientes de lo que sentimos y permitirnos experimentarlo plenamente.
Uno de los problemas emocionales más comunes es sentir de manera intensa. Algunas personas son emocionalmente sensibles y experimentan sus emociones con gran profundidad. Además, tienden a resonar con lo que sienten los demás. Si bien esta sensibilidad puede ser beneficiosa, es importante aceptarse tal como somos. Aquellas personas emocionalmente sensibles pueden beneficiarse al aprender técnicas de modulación emocional, pero también deben reconocer las ventajas que esta sensibilidad les brinda. Al tener una mayor conciencia de sus emociones, ya tienen una base sólida para el trabajo de regulación.
El desafío más grande es cuando sentimos que nuestras emociones están fuera de nuestro control. A veces, percibimos las emociones como fenómenos meteorológicos extremos, impidiéndonos cualquier acción voluntaria sobre ellas. Sin embargo, aunque parezca que no tenemos control, hay muchas cosas que podemos hacer con nuestras emociones. No se trata de intentar cambiar lo inmutable, sino de comprender cómo funcionan y qué acciones podemos tomar para trabajar con ellas.
¿Cómo podemos gestionar nuestras emociones?
Para lidiar con las emociones, es importante recordar que nuestras emociones son respuestas naturales a estímulos y experiencias. No podemos evitar sentir emociones, pero sí podemos aprender a manejarlas de manera más saludable y constructiva. Aquí hay algunos enfoques que pueden ayudarte a deshacer los nudos emocionales y lograr un equilibrio emocional:
Aceptación y conciencia
Reconoce y acepta tus emociones tal como son, sin juzgarlas ni intentar cambiarlas de inmediato. Date permiso para sentir y experimentar tus emociones sin resistencia. La conciencia plena (mindfulness) puede ser una herramienta útil para cultivar esta aceptación y presencia en el momento presente. Por ejemplo, puedes dedicar un minuto al día a la atención plena y prestar atención a tu cuerpo, tus emociones, los sonidos y la respiración. Supongamos que has notado un patrón emocional recurrente de procrastinación en tu vida. Cuando estés procrastinando, presta atención a lo que sientes en ese momento, ¿cuándo lo haces y cuándo no lo haces?, si existe un desencadenante, etc. Además, puedes llevar un registro.
Identificación de patrones
Observa los patrones emocionales recurrentes en tu vida. Presta atención a las situaciones, pensamientos o desencadenantes que suelen provocar respuestas emocionales intensas. Comprender tus patrones emocionales te ayudará a ser más consciente de tus reacciones y a tomar decisiones más conscientes sobre cómo responder. Por ejemplo, supongamos que has notado un patrón emocional recurrente de procrastinación en tu vida..
Autocuidado
Dedica tiempo regularmente a cuidar de ti mismo/a y satisfacer tus necesidades emocionales. Esto puede incluir actividades que te brinden alegría, relajación y bienestar, como hacer ejercicio, practicar hobbies, pasar tiempo con seres queridos, buscar apoyo en grupos de apoyo o en un profesional de la salud mental, y establecer límites saludables en tus relaciones.
Técnicas de regulación emocional
Aprende y practica técnicas de regulación emocional que funcionen para ti. Esto puede incluir técnicas de respiración profunda, meditación, visualización, escritura terapéutica, hablar sobre tus emociones con alguien de confianza, o cualquier otra estrategia que te ayude a gestionar tus emociones de manera saludable.
Cambio de perspectiva
Examina tus creencias y pensamientos sobre las emociones. A veces, nuestras creencias erróneas o negativas sobre las emociones pueden dificultar su regulación. Recuerda que las emociones son información valiosa y nos brindan pistas sobre nuestras necesidades, deseos y límites. Adoptar una actitud más positiva y compasiva hacia tus propias emociones puede ayudarte a desarrollar una relación más saludable con ellas.
Buscar apoyo profesional
Si sientes que estás luchando constantemente con tus emociones y te resulta difícil manejarlas por tu cuenta, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un terapeuta o consejero capacitado puede brindarte herramientas y apoyo adicionales para deshacer los nudos emocionales y lograr un mayor equilibrio emocional.
Y recuerda…
El proceso de deshacer los nudos emocionales lleva tiempo y práctica, por ello es importante y marca la diferencia que seas amable contigo y te permitas el espacio necesario para poder crecer y aprender a medida que exploras tus emociones.
Autora: Inmaculada García Navarro
Psicóloga General Sanitaria en Self Psicólogos Majadahonda
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Bibliografía
Pérez, O. G., & Bello, N. C. (2017). Regulación emocional: definición, red nomológica y medición. Revista mexicana de investigación en psicología, 8(1), 96-117.
González, R. C., Fernández-Berrocal, P., Ruiz-Aranda, D., & Extremera, N. (2006). Una aproximación a la integración de diferentes medidas de regulación emocional. . Ansiedad y estrés, 12.
Palabras clave: Mundo emocional, Regulación emocional, Patrones emocionales, Respuestas emocionales, Desconexión emocional, Sensibilidad emocional, Modulación emocional, Control emocional, Aceptación emocional, Conciencia plena (mindfulness), Autocuidado emocional, Técnicas de regulación emocional, Cambio de perspectiva emocional, Apoyo profesional en salud mental, Equilibrio emocional.
1 Comentario
Rebeca Carrasco
10/10/2023 at 22:31[…] Nuestras emociones son una parte intrínseca de nuestra experiencia humana y, aunque pueden ser desafiantes en ocasiones, siguen ciertas reglas básicas de funcionamiento. Si dejamos que fluyan naturalmente, nuestras emociones tienden a equilibrarse por sí solas gracias a los sistemas de regulación incorporados en nuestro sistema nervioso. Sin embargo, a menudo intervenimos en este proceso de regulación emocional, tratando de cambiar las reglas con las que nuestras emociones operan. En lugar de intentar modificar nuestras emociones, aprender a modularlas implica dejar de hacer lo que puede perjudicarnos en este ámbito. […]