¿Tengo el síndrome del impostor?
¿En ocasiones tienes la sensación de lo que haces no es suficiente? ¿Sientes que tu éxito es cuestión de suerte? ¿Estás en tensión por miedo a que descubran que eres un fraude? Si te sientes identificado con alguna de estas preguntas, quizás sufras del síndrome del impostor.
En este artículo te describo en que consiste el síndrome del impostor, cómo detectarlo y cómo trabajar en ello para que no te limite en tu día a día.
¿Qué es el síndrome del impostor?
¿Cómo saber si sufro el síndrome del impostor?
A continuación describimos algunas características que te pueden ayudar a identificarlo. Al explorar estas facetas del sentimiento de no ser suficiente, podemos comprender mejor cómo afectan diversas áreas de la vida y trabajar hacia la construcción de una autoimagen más saludable y positiva.
¿Cómo trabajar el síndrome del impostor?
Sufrir este síndrome puede llegar a ser agotador. Sentir esas sensaciones de no ser suficiente o el miedo a ser descubierto puede afectarnos a todas las esferas de nuestra vida (personal, laboral, social, etc). Por ello es muy importante identificarlo, tomar conciencia y poder trabajar en ello. Comentaremos algunas estrategias para poder afrontarlo:
Autocompasión
Es importante tratarnos a nosotros mismos de una manera amable, sin críticas ni juicios. Por ejemplo, en vez de decirnos que hemos aprobado un examen porque era “fácil”, “ha sido suerte” podemos decirnos: “he aprobado porque he estado estudiando, he trabajado bien la asignatura.”
Reconocer tus logros
Ir aprendiendo poco a poco a reconocer las cosas que vamos consiguiendo, felicitarnos y poder valorarlo. Atribuir los éxitos a causas externas (el azar o la suerte) nos generará inestabilidad. Poder valorarlo nosotros mismos nos aportará más seguridad y estabilidad. Podemos comenzar a practicarlo felicitándonos por aprobar exámenes, por ejemplo. O por sacar proyectos adelante (si se trata del ámbito laboral), finalizar una maratón, criar a un hijo, etc.
Rodearnos de gente que nos reconozca
Este apartado también es importante; rodearnos de gente que nos quiere, nos admira y reconozca nuestros logros nos ayudará a vernos con otros ojos. A veces necesitamos que una persona nos valore para aprender a valorarnos a nosotros mismos. Un amigo o un familiar nos dirá: “has estado estudiando mucho para este examen y te mereces la nota que has sacado en esta asignatura, enhorabuena”.
Ser realistas
Siendo realistas, ¿crees que has llegado a dónde estás ahora (un puesto de trabajo, sacar un examen, una carrera, criar unos hijos, etc.) por suerte o por azar?”. Hazte esta pregunta cuando sientas que no ha sido por tu capacidad que hayas conseguido algo.
Aprender que no podemos ser perfectos
Aprender a soltar la exigencia, la necesidad de control y ser conscientes de que vamos a cometer fallos. Esto, aunque aparentemente suene contradictorio nos aliviará. Si pensamos que tenemos que ser perfectos, generamos una gran autoexigencia (con todo lo que ello conlleva). Si somos conscientes de que somos humanos y hemos cometido errores y los seguiremos cometiendo, nos liberará. Y soltaremos el lastre con el que estábamos cargando al pretender ser perfectos. Quizás te interese nuestro artículo sobre como ser menos perfeccionista y auto exigente.
En conclusión
El síndrome del impostor puede manifestarse y se puede experimentar de diferentes maneras y en distintos ámbitos de nuestra vida. No debemos normalizar las inseguridades que se experimentan de manera continua. Esperamos que las claves que se han mostrado a lo largo del artículo te hayan podido aclarar; y que junto con las estrategias mostradas puedas comenzar a trabajar en ello.
Autora: Carmen Díez
Psicóloga General Sanitaria en Self Psicólogos Majadahonda
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Bibliografía
Cadoche, E., & Montarlot, A. D. (2021). El síndrome de la impostora. Península.
Jiménez, E. F., & Moreno, J. B. (2000). El pesimismo defensivo y el síndrome del impostor: análisis de sus componentes afectivos y cognitivos. Revista de psicopatología y psicología clínica, 5(2), 115-130.
Palabras clave: síndrome del impostor, perfeccionismo, inseguridad, fraude, autoexigencia.