Alcoholismo: los estragos del alcohol en la persona y su familia.

¿Qué es la adicción al alcohol? Causas, consecuencias y tratamiento

El alcoholismo es la adicción con más relevancia a escala mundial. Su consumo está tan normalizado en nuestra sociedad que este problema a menudo queda camuflado: nos acompaña en numerosas ocasiones y lo utilizamos para celebraciones, para combatir la tristeza, para evadirnos, para relajarnos, etc.

El alcoholismo es una enfermedad crónica que tiene consecuencias fatales para la salud y para el entorno. El consumo excesivo de alcohol produce cambios orgánicos y modifica la conciencia y la personalidad del consumidor. A veces, los cambios son tan radicales que es difícil entender cómo alguien puede cambiar tanto.

Cuando se consume alcohol durante un largo periodo de tiempo, y de forma frecuente, el cerebro se acostumbra tanto que para mantener algunas de sus funciones depende de la ingesta. Una vez que el cuerpo está muy acostumbrado a sentir los efectos del alcohol necesita dosis más grandes para sentir el efecto de la primera vez, es decir, se genera la tolerancia al alcohol.

Cuando el cerebro se adapta a la presencia del alcohol no se aprecian cambios cerebrales a simple vista, pero al dejar de consumir de repente aparecen desórdenes cerebrales como: pérdida de equilibrio, temblores, sudoración excesiva y a veces hasta convulsiones, etc. Estos síntomas se conocen como síndrome de abstinencia. Al beber otra vez estos desórdenes desaparecen y la persona se siente aliviada. Este es uno de los principales motivos por los que dejar de beber es tan difícil. El alcohol está tan metido en nuestra vida que a veces se tarda años en detectar esta dependencia.

Causas del abuso o adicción al alcohol 

Algunos de los motivos por los que puede comenzar la dependencia del alcohol son los siguientes:

• Dificultad para afrontar los conflictos en las relaciones de pareja, familiares y sociales.
• No poder gestionar el estrés.
• Influencias festivas del entorno (amigos, familiares, trabajo, etc.).
• Alteraciones económicas, sociales, laborales, etc.
• Necesidad de evitar y evadirse de problemas.

El problema del alcohol tiene tres etapas progresivas, siendo a partir de la segunda etapa cuando se considera una enfermedad:

1. Consumo de riesgo: El individuo consume habitualmente una cantidad de alcohol por encima de la media y comienza a poner en peligro su salud.
2. Consumo dañino: El elevado consumo habitual genera en el individuo problemas de salud o sociales.
3. Dependencia física: El individuo no puede interrumpir el consumo de alcohol sin que aparezcan síntomas de abstinencia como temblores, sudores, etc.

Es fundamental resaltar que el consumo excesivo de alcohol repercute no sólo a nivel físico y psicológico, sino también a nivel familiar y social. Algunas infracciones sociales importantes como violaciones, abandono laboral, violencia doméstica o embarazos no deseados ocurren a menudo bajo la influencia del alcohol.

Efectos de la dependencia o adicción al alcohol

A continuación, se dan algunos ejemplos de los efectos del consumo excesivo de alcohol a largo plazo.

Repercusiones físicas del alcoholismo

• • Enfermedades del corazón
  • Degeneración cerebral
  • Cirrosis hepática
  • Pancreatitis
  • Impotencia

Repercusiones psicológicas del alcoholismo

• • Disfunción eréctil
  • Problemas de concentración
  • Pérdida de memoria
  • Pérdida del apetito
  • Cambios emocionales
  • Cambios conductuales
  • Depresión
  • Insomnio
  • Problemas relacionales
  • Posible perdida de seres queridos y del trabajo
  • Violencia

Tener una persona con problemas de alcohol cercano, puede resultar difícil de sobrellevar y generar mucho desgaste emocional. Las personas bajo los efectos del alcohol pueden volverse agresivas, generar vergüenza, volverse irritables, etc.

En España el alcoholismo no sólo representa la tercera causa de muerte, sino que puede provocar problemas de salud crónicos, depresión severa, suicido, accidentes, etc. Por ello es tan importante un tratamiento temprano.

Algunas de las preguntas que nos podemos realizar para saber si alguien cercano tiene un problema son las siguientes:

• ¿Se enfada al hablar del tema? ¿Tiene cambios de humor radicales? ¿Está malhumorado?
• ¿Tiene problemas en el trabajo o en los estudios a raíz del consumo?
• ¿Ha dejado de atender a los familiares o algunos actos que realizaba antes?
• ¿Tiene problemas de memoria o concentración?

Quizás algunos de nosotros hayamos tenido un problema de alcohol o quizás sea alguien cercano el que lo haya tenido o todavía lo tenga. Nuestros intentos por ayudar a una persona así, o por ayudarnos a nosotros mismos, son muchas veces fallidos y es que no sabemos cómo hacerlo.

Cuando una persona lleva muchos años con el problema no podrá hacerlo sola, necesitará ayuda de un profesional. Este te asesorará en cómo afrontar el problema y además te indicará las distintas opciones a tu alcance.

Pautas para llevar a cabo cuando se conoce a una persona con dependencia al alcohol

Dejar de beber es un proceso muy complicado y lento donde hay recaídas. La ayuda profesional será fundamental no sólo para que la persona afectada deje de beber sino también para que las personas que viven con él sepan afrontar la situación de la forma menos dolorosa, pues la herramienta más importante para el alcohólico es el apoyo familiar social.

Algunas pautas a tener en cuenta

• Es importante que los familiares más relevantes (familiares cercanos) sepan que hay un problema y no ocultarlo, así podrán ayudar a resolverlo.
• Los familiares tendrán que confrontar el problema y no mirar para otro lado.
• Es importante entender que el alcoholismo no es una elección. Es una enfermedad y dura toda la vida.
• La comunicación será una pieza clave en la familia y tendrá que ser fluida. Es necesaria más que nunca la cohesión familiar.
• Se hablará con la persona afectada por el uso excesivo de alcohol explicándole nuestra preocupación y ofreciéndole ayuda, no recriminando ni a modo “policial”.
• No se utilizará chantaje o amenazas hacia la persona afectada y no se le esconderá el alcohol.
• Cuando se hable del tema, el mensaje a transmitir debe ser claro, conciso y firme, pero siempre sin juzgar y de forma tranquila.
• No abandonarle, que es lo más difícil en estos casos. Un profesional puede ayudarte a afrontar la situación.
• Es importante la participación de todos los familiares en el programa de tratamiento. Con ayuda de la familia es más fácil salir a flote.

García, E., Lima, G., Aldana, L., Casanova, P., Álvarez, V.F, (2004) Alcoholismo y sociedad, tendencias actuales. Revista Cubana de Medicina Militar.

De la Fuente, J. R., & Kershenobich, D. (1992). I. El alcoholismo como problema médico. Revista de la Facultad de Medicina, 2(2). http://revistas.unam.mx/index.php/rfm/article/view/74576